Argentina siempre ha sido tradicionalmente uno de los destinos preferidos para las inversiones españolas. La cercanía cultural e idiomática con el país albiceleste, sus dimensiones y el ser uno de los principales países de la región latinoamericana ha impulsado esta realidad. A lo largo de estos últimos años la situación no ha sido fácil, pero todo parece indicar que estos malos tiempos pronto podrían pasar.
Hace poco el país ha renovado su gobierno y ha dado un importante giro político. Deja atrás una etapa en las cuales la situación se ha ido deteriorando por momentos y entra en una nueva etapa en la que el presidente entrante promete impulsar la economía y apoyar a las empresas e inversiones extranjeras en el país.
Una de las primeras medidas que ha tomado el nuevo presidente argentino es levantar el denominado “cepo cambiario”. Esta medida pretende impulsar la inversión extranjera y sin duda es necesaria como primer paso para que el país vuelva a ser un destino de inversiones seguras en él por parte de empresas foráneas.
La celeridad del presidente entrante en la aplicación de las medidas correctoras que deben servir para impulsar la economía del país es enorme. Las mismas no se han hecho esperar y es que la situación económica de Argentina invita a no dormirse en los laureles. Una necesidad imperante e imperativa, también urgente, sobre todo si se tienen presentes muchas de las cifras macroeconómicas con las que se ha encontrado el presidente, el Sr. Mauricio Macri.
La única cifra positiva relativa con la que se ha encontrado el presidente Macri después de su toma de posesión como presidente del país es la evolución del PIB argentino en los últimos años. La cifra es positiva pues se ha pasado de un crecimiento positivo del 0’5% en el año 2014 al 1’1% en el año 2015, pero la cifra también es relativamente positiva pues esas cifras de crecimiento son muy exiguas y no propician una cifra de crecimiento saludable de la economía del país.
Las cifras de desempleo no han dejado de subir en estos últimos años, y la misma se mantiene siempre por encima del 7%, el tipo de cambio ha pasado en 8’5 pesos/USD en el año 2014 a 11 en el año 2015 y un estimado de 14’5 para este año 2016, y lo que es peor, la inflación, ese mal casi endémico de la economía argentina, se alza en los últimos años hasta cifras de un 27% para este año 2016.