Tras 2 elecciones, más de 253 días con un Gobierno en funciones y la amenaza cada vez más clara de unas terceras elecciones a finales de año, debido a la incapacidad de los partidos políticos para trabajar unidos y luchar contra su irrefrenable deseo de obtener la mayoría absoluta con la que poder hacer y deshacer a su antojo, la inversión en España comienza a sufrir los efectos colaterales de la falta de profesionalidad del entramado político de nuestro país. Veamos cuáles son los principales efectos de esta falta de Gobierno:

Un Gobierno en funciones

Sin duda el efecto más claro es el hecho de tener que sustentar a un país entero con un Gobierno en funciones hasta que se declare uno electo que tome posesión de su cargo. El Gobierno electo, tal y como indica la Ley 50/1997, del 27 de noviembre “debe limitar su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos”. A no ser, claro está, que exista alguna razón de urgencia o interés general.

Por este motivo, a día de hoy no pueden presentarse proyectos de Ley ni pueden ser aprobados los Presupuestos Generales del Estado, ni, por supuesto, realizar ningún tipo de acción que afecte al futuro Gobierno.

A nivel de relaciones exteriores, el Gobierno en funciones ha de limitar sus salidas y contactos al mínimo puesto que no están habilitados para firmar o aceptar tratados de tipo internacional.

Cómo afecta a la economía

Aunque no haya un Gobierno electo, el gasto público continúa con su curso puesto que los presupuestos siguen en ejecución y los servicios gubernamentales se siguen desarrollando.

El modo en el que afecta es más indirecto, provocando una oleada de inseguridad que reduce las inversiones por parte de los particulares y las empresas, tanto internas como externas. Esto, claro está, afecta a la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo y unos empleos más estables que permitan a los españoles una mejor calidad de vida que la actual. Está claro que si los futuros inversiones ven inseguridad en el panorama español, sus inversiones se retrasarán hasta que estas dudas se disipen.

Así lo demuestra una reciente encuesta a Exceltur donde, el 20 % de los empresarios del sector turístico han declarado que van a postergar sus inversiones en nuestro país hasta que no se haya formado Gobierno.

Igualmente, la confianza de los españoles se va reduciendo conforme van pasando los días y no se forma Gobierno, tal y como lo demuestran los indicadores de confianza de los consumidores, que llevan meses descendiendo.

Si pensamos en el gasto público y en cómo se ve afectado por la particular situación en España, como sólo se pueden despachar los asuntos ordinarios, muchos proyectos de inversión pública han de quedar paralizados hasta que haya un Gobierno.

Las cifras de la falta de Gobierno

Según las últimas previsiones del Banco de España, la previsión de crecimiento durante 2016 en nuestro país se ha rebajado 1 décima, aunque otros servicios que estudian la previsión de crecimiento son mucho menos alentadores y sitúan la rebaja en 5 décimas. Esto, en líneas generales y en palabras que todos entendamos, puede suponer la destrucción de aproximadamente un millón de empleos durante los próximos 2 años.

De hecho, algunos indicadores infalibles de la situación, como son la electricidad o el sector inmobiliario, ya se han visto afectados y han sufrido cierto debilitamiento.

Igualmente, la deuda pública puede verse encarecida muchísimo más, la cual ya supera el 100 % del PIB, lo que no hay que tomar en absoluto a broma. No hay que olvidar que por cada 1 % de subida puede suponernos un encarecimiento de más de 10.000 millones de euros cada año.

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