Cuando hablamos de inflación nos referimos al aumento de precio que sufren los bienes y servicios en relación a una moneda durante un periodo de tiempo concreto. Este aumento de los precios hace que disminuya la capacidad de compra de los ciudadanos con la misma cantidad de moneda. Es decir, que conforme aumenta la inflación, se reduce el poder adquisitivo. La inflación afecta directamente a los mercados financieros. En este artículo vamos a explicarte cómo lo hace.

La inflación nos afecta a todos

Independientemente del nivel adquisitivo de los ciudadanos todos nos vemos afectados por la subida de los precios. Pues, tengamos más o menos, repercute en el gasto que realizamos. Y por tanto en la propia economía del país. De ahí que la inflación sea un indicador económico muy recurrente.

Este indicador económico es vital para los mercados financieros y los bancos centrales. Los segundos luchan por mantenerla en unos niveles regulares y no muy excesivos. En caso contrario lo único que se consigue es reducir el consumo. Para equilibrar la inflación los bancos centrales juegan con los tipos de interés. Si los niveles son muy elevados, los tipos se bajan. Y a la inversa.

Cómo afecta la inflación a los mercados financieros

Mercados de valores

La inflación afecta directamente al devenir de los mercados financieros. En los mercados de valores lo normal es que cuando aumenta la inflación el valor de las acciones baja. Esto sucede porque las empresas temen que la adquisición de bienes y servicios de sus compañías se reduzcan a causa de la disminución del poder adquisitivo.

Cuando la inflación es muy elevada y las tasas de interés también y no parece que vayan a reducirse en poco tiempo, lo normal es que los acreedores equilibren la balanza. Por ejemplo en el caso de los préstamos los bancos tenderán a cobrar más intereses para no perder dinero con la subida de la tasa de interés. La consecuencia es que el deudor tiene que pagar más por el mismo crédito. Y por tanto los mercados de valores se ven afectados ya que hay menos dinero para invertir en ellos.

Cuando no hay inflación por norma general las cotizaciones de los mercados financieros se disparan. Al tener más capacidad adquisitiva lo normal es que tanto los ciudadanos como las empresas consuman más y gasten más dinero en invertir. Aunque no siempre sucede así.

En ciertos casos los mercados de valores se desploman cuando se informa de un escenario económico muy positivo. ¿Por qué sucede esto? Porque los inversores comienzan a desconfiar el buen estado de la economía y esperan que en poco tiempo la situación cambie y aparezca la inflación. Lo que provoca una caída de los índices bursátiles. A veces lo que la gente cree es más poderoso que el estado en el que se encuentra la economía.

Mercado de bonos

En el caso del mercado de bonos la inflación afecta negativamente a los resultados. A mayor nivel de inflación mayor será la rentabilidad de los bonos. Si además se prevé que la inflación seguirá subiendo esta rentabilidad crecerá todavía más.

En esta situación el inversor busca una mayor rentabilidad para compensar la inflación. El tipo de interés que presente un bono estará muy ligado a la inflación del momento en el que se adquiera. De ahí que sea tan importante calcular el momento en el que serán emitidos dichos bonos para evitar los efectos negativos de la inflación.

Para calcular el momento adecuado en el que emitir un bono hay que pensar en toda la vida del mismo. De esta manera podremos realizar un cálculo sobre el flujo de ganancias que se obtendrán de él para corroborar que con dichas ganancia se compensará el aumento de la inflación en determinados momentos.

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