Muchos inversores creen que la manera de tener asegurados sus ahorros es invertir en renta fija. Pero nada más lejos de la realidad. ¿Sabías que invertir en renta fija no es cien por cien seguro? Desde En qué invertir queremos explicarte los motivos.

¿Por qué invertir en renta fija no es cien por cien seguro?

La base de la inversión en renta fija son los bonos. Estos activos son emitidos tanto por entidades públicas como por entidades privadas para obtener financiación en momentos concretos. Y precisamente su forma de funcionar es lo que ofrece al inversor inexperto una falsa sensación de seguridad. Es normal que este tipo de inversor crea que no puede haber nada más seguro que apostar por unos activos tan alejados de las subidas y bajadas del mercado. Esto les hace pensar que invertir en renta fija carece de riesgo.

La idea general sobre el funcionamiento de la renta fija es que tú adquieres unos bonos y cuando el plazo cumple recibes el capital que has invertido y los intereses por tu inversión. Siempre que no quieras obtener el dinero antes del plazo de vencimiento, en teoría las fluctuaciones del mercado no afectarán a tus bonos.

Sin embargo esto no es así. Hay dos factores que afectan considerablemente a las posibles fluctuaciones dentro de la renta fija.

  • El valor de mercado
  • Los tipos de interés

Vayamos por partes.

El valor de mercado

Por norma general cuando se copra un bono de este estilo solemos hablar de mayor estabilidad porque, siempre y cuando se mantenga hasta su vencimiento, no tiene por qué verse muy afectado por las fluctuaciones del mercado.

Sin embargo estos bonos no siempre funcionan así. No hay que olvidar que los intereses que se perciben dependen del valor al que finalmente se venden los bonos. En el caso de venderse a un precio inferior al que se pagó por ellos en su día, recibiremos mucha menos rentabilidad de la esperada.

Uno de los casos más comunes que pueden provocar que estos bonos valgan menos es que la empresa se devalúe. Si la situación financiera de la empresa cuyos tenemos va empeorando el valor de sus participaciones también lo hará. Por este motivo los bonos que hayamos comprado tendrán menos valor que antes.

Esta situación se conoce como riesgo de crédito. Es normal que cuando la gente se entera de que la situación financiera de esta empresa empeora acercándose a la quiebra, corran a vender sus bonos para evitar perder más dinero. Como consecuencia los precios siguen cayendo.

A pesar de que esto pueda suceder no hay que olvidar que este tipo de bonos incluye garantías por parte del emisor sobre el cumplimiento de las obligaciones adquiridas. Además, los bonos se califican según su riesgo para que el comprador sepa siempre a qué atenerse.

Los tipos de interés

Sin duda uno de los panoramas que más asustan a los inversores de renta fija es la subida de los intereses. Esta eventualidad es una de las que más pueden dañar el valor de nuestros bonos. Actualmente estamos a punto de enfrentarnos a una subida de intereses importante. De ahí que la renta fija no deba de calificarse como segura. Solo hay que pensar en el siguiente ejemplo: si tenemos una rentabilidad del 4 % y los intereses suben al 5 %, el precio del bono tendrá que caer para subir un punto la rentabilidad y llegar al compromiso acordado. No tiene sentido de otro modo. Estos cambios en el tipo de interés suelen afectar sobre todo a los bonos de más larga duración.

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