En la búsqueda de nuevas fuentes de financiación no podemos obviar el crowdfunding, podemos decir que esto se convierte en una opción interesante. La financiación colectiva o crowdfunding es un sistema de financiación online que hace algunos años que funciona, su uso está creciendo, se está diversificando y parece estar consolidándose en España.
El funcionamiento de el crowdfunding es muy sencillo. Aquel que tiene una iniciativa en concreto, se pondrá en contacto con una plataforma de Internet que se ha especializado en la financiación colectiva, después le explican la idea que quieren poner en marcha y que cantidad de dinero necesita, se dan detalles como el tiempo de recaudación necesario y las diferentes recompensas o premios que se ofrecerán de acuerdo a las aportaciones realizadas. Podemos por ejemplo, premios no monetarios que podrían ser agradecimientos personalizados en la misma web del creador o la compra de productos o servicios a unos precios inferiores antes de ser lanzados al mercado, incluso es posible que se pueda optar a puestos de trabajo en el proyecto que se va a poner en marcha.
Algunos de los proyectos deberán ser votados y necesitan la aprobación de todos los participantes en la web, éstos van a ser valorados directamente por los responsables de la plataforma y una vez que se haya verificado y dado el visto bueno, se publican durante un tiempo concreto que puede ser de unos 30 o 120 días. Entre tanto el emprendedor debe efectuar una campaña de marketing que sea fuerte, lo más intensa que se pueda para permitir que la idea llegue a mucha gente y se capte la mayor cantidad de fondos posibles.
Cuando el plazo haya finalizado, se comprobará si se ha obtenido el 100% de lo que se solicitó. En caso de que resulte positivo y la cantidad recaudada llegue a las expectativas iniciales, el creador podrá cobrar está cuantía para realizar su proyecto y entregar los premios por recompensas a sus co-financiadores. En caso de que no se alcance la cantidad deseada o 100% de lo previsto, existen otras posibilidades como por ejemplo, recibir la suma acumulada hasta el momento o la fórmula del “todo o nada”, mediante la cual cuando no se consigue la cantidad que se solicita, se retira el proyecto y se devuelve el dinero recaudado mediante donaciones.
Otro método de crowdfunding es el que se dirige a emprendedores. En este caso se trata la metodología tradicional de las recompensas o premios a las características y exigencias del mundo empresarial, en el que se persigue la rentabilidad y los beneficios de la inversión.
Los sistemas para esto son varios; es posible que a cambio de un porcentaje de la empresa, o a cambio de un porcentaje los beneficios o incluso un porcentaje de la facturación se puedan obtener recaudaciones crowdfunding.
Ante todo debemos decir que el gobierno hace poco ha regulado la financiación participativa por medio de Internet y ésta va a ser supervisada por la CNMV y el Banco de España. Se va a diferenciar entre inversores acreditados e inversores que no están acreditados. Los primeros serán siempre institucionales, empresas que deben superar 1 millón de euros en activos, cuya cifra de negocios tiene que ser de 2 millones como mínimo o recursos propios de unos €300.000, por contra las personas físicas o jurídicas tiene la limitación de que la renta tiene que superar los €50.000 al año o tener un patrimonio que supere los €100.000 que podrán invertir sin límite.
Para el resto, los que no son inversores acreditados, existirán limitaciones y barreras anuales, estas serán de €3000 por proyecto y el conjunto de plataformas un límite de 10.000.
Debemos sumar a ello, es que las plataformas de crowdfunding no pueden obtener más de 2 millones de euros por cada proyecto y deben tener un capital social inicial de €60.000.
Las opiniones en cuanto a ésta nueva regulación son diversas, mientras que unos piensan que servirá para evitar el fraude fiscal, otros ven en esto un golpe definitivo a una nueva alternativa de financiación empresarial.