Cuando se realizan inversiones se deben plantear distintos horizontes, contemplar distintos escenarios y jugar en distintas pantallas. Muchas personas cometen el error de centrar sus inversiones en el corto plazo, cuando en realidad deberían tener un triple planteamiento, una triple línea de inversión, se deberían plantear las inversiones a corto, pero también a medio y largo plazo.
Tener planteados a largo plazo es sumamente importante pues aporta solidez y consistencia a cualquier cartera de inversión. En el corto plazo se pueden obtener muchas ganancias o muchas pérdidas, en el medio plazo se puede otear un poco el horizonte, pero sólo en el largo plazo es donde se logra el equilibrio perfecto entre rentabilidad y riesgo.
Siendo así las cosas, ¿qué inversiones conviene contemplar en el largo plazo? Bien, la respuesta no es exclusivamente una e inequívoca y dependerá tanto del perfil del inversor como del momento de la historia en el que nos encontremos. Si se analiza para un perfil promedio y se sitúa en el escenario actual mirando desde hoy a un horizonte de 10 años, una buena cartera de inversión podría contener (y dejar de contener) los siguientes activos, los siguientes activos de inversión.
Los bonos alemanes han sido durante mucho tiempo uno de los activos más interesantes para incorporar en una cartera de inversión a largo plazo, pues bien esta realidad podría en estos momentos ya no ser la más adecuada para el futuro, pues en estos momentos los intereses de la deuda inversora son mínimos y ello los puede convertir en poco recomendables para una cartera de inversión ganadora.
En el caso contrario al anterior se encuentran las inversiones realizadas a través de, por ejemplo Socimis, en activos inmobiliarios. Este tipo de inversiones se convierten en una de las opciones de inversión más atrayentes en los próximos años.
Otras tres grandes apuestas para los próximos años son sin duda la deuda “high yield” y también la renta fija emergente o la bolsa europea. Todas estas serán buenas opción de inversión y además son las que prometen mayores rentabilidades. Este último aspecto es sumamente relevante sobre todo en un escenario donde a diferencia de los últimos años las altas rentabilidades dejarán generalmente paso a unos productos más seguros pero con menor potencial de rentabilidad.
Distintas opciones para distintos perfiles y gustos pero, sin duda alguna, todas ellas un buen catálogo de opciones de inversión para el próximo decenio.