Para realizar inversiones de forma segura debe disponerse de la suficiente educación financiera, y sin duda en España todo parece indicar que no salimos muy bien parados al respecto, pues los últimos estudios indican que nuestro país es uno de los países que se sitúa en el furgón de cola en este ámbito.

Obviamente, no todo inversor debe conocer de todo tipo de inversiones ni necesita ser un gran experto para invertir pues puede contratar los servicios y rodearse de los adecuados profesionales que le gestionen adecuadamente su cartera de inversión pero, sin duda, un grado de buena educación financiera es necesario para desarrollarse en el ámbito de las inversiones en particular y de la vida en general.

Tener un desempeño básico en aspectos esenciales de las finanzas y de la economía debería ser algo que toda persona tomase como una obligación y debería ser algo que se adquiriese desde pequeño, pues ello puede tener y tiene importantes implicaciones en todas las facetas de la vida, no sólo en las inversiones tal y como se indicaba, tiene incidencia en la economía doméstica, puede tener incidencia en el desarrollo profesional, etc.

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Si ello es así España no tiene sin duda a una ciudadana capacitada en los temas más elementales de nuestro entorno económico. Así, la mitad raspada de la población es capaz de dar respuesta a elementos esenciales de la economía.

Los resultados anteriores son altamente demoledores pues si los mismos suponen que sólo la mitad justa de la población es capaz de responder (de forma básica) a los elementos más esenciales que mueven la economía, ello significa que 1 de cada 2 personas no sabe dar respuesta a preguntas básicas que le sirven para negociar su hipoteca, conocer su salario, etc.

Concretamente según Estándar & Poor’s (de quien se extraen los datos de referencia para mencionar en este artículo), en su último estudio realizado al respecto, España tan sólo se ve situada por abajo por Letonia, Montenegro, Eslovaquia y Grecia que cierra a lista en conocimientos generales de educación financiera.

Para comprender mejor los números anteriores, decir que Grecia que cierra la lista en la posición número 30 cuenta con un 45% de la población que es capaz de responder como mínimo a un 75% (3 de 4) de las preguntas básicas que se le formulan. España se sitúa en el número 27 con un 49% de la población capaz de responder a esas preguntas.

Todo ello muy lejos de los países más avanzados al respecto, países como Noruega, Dinamarca y Suecia que encabezan la lista con un 71% de la población capaz de dar respuesta a esas preguntas, y muy lejos también de los países de la zona media de la tabla, como pueden ser Nueva Zelanda, Singapur o la República Checa que se sitúan en las posiciones 11, 12 y 13 respectivamente, con unos resultados respectivos de un 61, 59 y 58%.

Todo lo anterior en cuanto a conocimientos generales, más dramáticos para España son aún los resultados desglosados por tipo de pregunta. Así, España nunca se acerca a ninguna de las posiciones de cabeza en ninguna de las posiciones formuladas, al contrario, siempre se mantiene bastante o muy atrasado en cada una ellas. Sin duda alguna, aún nos queda mucho camino por realizar si queremos lograr que el conjunto de la población disponga como mínimo de un grado esencial de educación financiera.

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