Cada vez son más las startups que inician su desarrollo en España. Son muchos los jóvenes y no tan jóvenes que deciden poner en marcha sus proyectos para generar un nuevo negocio. Ejemplos como Grupo ITnet o Conector son buena muestra de ello.

Pero, ¿cómo consiguen crecer estas pequeñas empresas de nueva generación? Sin duda uno de los principales problemas a los que se enfrentan es saber en qué momentos hay que invertir y cómo hay que hacerlo.

Según la Asociación Española de Business Angels (AEBAN), en total hay siete fases de inversión de las startups. Todas, tarde o temprano, terminan pasando por ellas. Veamos cuáles son esas fases.

Fases de inversión de las startups según AEBAN

Fase 1. La propia inversión

La primera inversión que necesita una startup para funcionar es la inversión que realiza el propio emprendedor o emprendedores. Cuando estos deban de solicitar financiación fuera de sus círculos los inversores tendrán muy en cuenta el capital que ellos han invertido para poner en marcha su startup.

Lo normal en este punto es que los emprendedores sigan alguna de estas salidas:

  • Capitalizar su prestación por desempleo en un único pago
  • Negociar una indemnización para abandonar su anterior puesto de trabajo y dedicarse en pleno a su negocio.
  • Solicitar algún tipo de préstamo.

Fase 2. FFF

Las 3 efes son el siguiente nivel de inversión al que acuden las startups. Estas siglas hacen referencia a la familia, a los amigos y a los posibles “incautos” que encuentren en su camino (Friends, Family & Fools). Por ejemplo, antiguos compañeros de trabajo, profesores de universidad que son capaces de vislumbrar el talento, e incluso antiguos jefes con los que se ha colaborado en otros proyectos.

Lo normal es que en esta fase de inversión se lleguen a conseguir hasta 100.000 € para dar forma a la nueva empresa. Suelen tratarse de pequeñas inversiones de entre 2000 y 5000 € que serán de gran interés para los futuros Business Angels a los que lleves tu idea. Estas pequeñas aportaciones demostrarán que eres una persona de fiar y que muchos han confiado en tu idea.

Fase 3. Aceleradoras o incubadoras

Una tendencia muy de moda en zonas como Silicon Valley que cada vez se va extrapolando más a otros países y ciudades. En Barcelona y Madrid, por ejemplo, se concentran gran parte de ellas dentro de España.

Este tipo de empresas suelen ser vitales para conseguir arrancar un proyecto que, a la larga, puede terminar por convertirse en un gran éxito. Lo mejor en esta fase es que el emprendedor trabaje con sus propios recursos para poder arrancar.

Una vez haya creado su versión beta del proyecto será el momento de acercarse a aceleradoras o incubadoras. Estas empresas se encargan de aportar una pequeña ayuda económica, un espacio en el que trabajar, incluso algunos contactos. A cambio suelen solicitar una participación en la empresa. Para poder mantenerse dentro de dicha incubadora es importante ir cumpliendo objetivos. La serie Silicon Valley muestra a la perfección cómo funcionan este tipo de empresas.

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