Es probable que no tengas clara la diferencia entre fondos éticos y fondos convencionales. Y por tanto no sepas si es mejor invertir en unos o en otros. Vayamos por partes.

¿Qué son los fondos éticos?

Los fondos éticos forman parte de los IRS o Inversión Socialmente Responsable. Este tipo de inversión se caracteriza por ser socialmente responsable. Para ello aplica criterios medioambientales y sociales además de los clásicos criterios de inversión. Son muy transparentes en sus gestiones porque es el único modo que tienen de demostrar que cumplen con la ética de un fondo IRS. Los IRS se dividen en dos grandes tipos.

  1. Los fondos éticos. En este tipo de fondos se hace una selección previa de las empresas en las que se va a invertir para asegurarse de que cumplen con una serie de principios éticos afines a la responsabilidad social corporativa. Es una manera de que el inversor se asegure que su dinero no será utilizado para fines poco ortodoxos, como por ejemplo para la financiación de armas o para empresas que explotan a sus empleados.
  2. Los fondos solidarios. Los fondos solidarios se encargan de destinar parte de sus beneficios a la financiación de proyectos sociales.

España lleva poco tiempo ofreciendo este tipo de fondos, pero cada vez son más los inversores que se interesan por ellos.

¿Qué son los fondos convencionales?

Los fondos convencionales son aquellos que se han ofrecido a los inversores españoles de forma habitual desde hace muchos años. Este tipo de fondos no tiene por qué tener una implicación social como los fondos de Inversión Socialmente Responsable. Es decir, que el inversor puede estar financiado proyectos con los que no está de acuerdo. Por ejemplo, proyectos relacionados con la pornografía o con la explotación del medio ambiente.

Entonces, ¿es mejor invertir en fondos éticos o en fondos convencionales?

Según el estudio realizado por Deusto Business School y Spainsif es mejor invertir en fondos éticos que en fondos convencionales. Para llegar a esta conclusión dicho estudio ha comprado principalmente dos características de ambos fondos.

  • La habilidad de ambos tipos de fondo a la hora de seleccionar los activos que ofrecerán una mayor rentabilidad. En cuanto a la selección de activos los fondos éticos han demostrado ser ligeramente mejores que los tradicionales. Independientemente de que los fondos éticos tengan menos activos donde diversificarse ya que es necesario que cumplan con las normas de los IRS. No hay que olvidar que las empresas en las que pueden invertir tienen que ser social y ecológicamente sostenibles, por lo que la cartera es mucho más limitada que la de los fondos convencionales.
  • La habilidad de sincronización. Es decir, la capacidad de entrar y salir con sus valores antes que el resto del mercado. En este punto las gestoras que ofrecen fondos éticos han demostrado ser mucho más hábiles a la hora de entrar y salir con sus valores para obtener los máximos beneficios a cambio de ellos.

Según Fernando Gómez – Bezares, catedrático de Finanzas de la escuela de Negocios y director del estudio de Deusto Business School y Spainsif al invertir a corto plazo es verdaderamente importante tener en cuenta los criterios sociales, ambientales y éticos. Los cuales cobran una importancia extraordinaria para los gestores de fondos a la hora de poder reducir los posibles riesgos en la inversión. Y no solamente eso. No hay que olvidar que este tipo de fondos ayuda a la creación de valor en la cartera.

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