Actualmente parece que la banca europea está poniendo en marcha una serie de nuevos instrumentos y herramientas para capitalizarse, por ello, los inversores deben estar alerta de los riesgos que tienen las nuevas preferentes.

Las nuevas preferentes

De hecho, estas nuevas herramientas han puesto en alerta incluso al supervisor europeo de los mercados. La Esma ha alertado con el siguiente mensaje; existen una serie de riesgos que están asociados a las inversiones en los bonos contingentes convertibles, popularmente se les conoce en la jerga financiera como los bonos cocos.

Los bonos cocos, son una serie de bonos convertibles contingentes o también conocidos como convertibles. Estos bonos convertibles tienen una característica especial, son una mezcla entre la deuda y el capital, en el cual, se puede pagar un interés a la persona que invierte en ellos y además de esto, también hay una alternativa de transformarlos en acciones de la empresa concreta, o incluso del banco que los haya puesto en el mercado. Los bonos convertibles normales suelen otorgar la facultad de la convertibilidad cuando están en manos del inversor, puesto que, cuando llega el momento de su vencimiento estos bonos no suelen ser convertidos, ya que el emisor devolvería el dinero al inversor, volviendo a pagar sus deudas, como si fuera una deuda normal.

Con este tipo de bonos convertibles contingentes, la transformación de los bonos en acciones están ligada a una serie de circunstancias que se establecen en el mismo momento en el cuál se emiten, son una serie de particularidades que restan a los inversores la facultad o el derecho, o no, de poder transformarlos.

Los cocos, así es como se les conoce popularmente, han levantado el entusiasmo de muchos reguladores y también han despertado el interés de los bancos que están necesitados de fondos, por esta razón, las características que se establecen y que son muy comunes para obligar a la conversión; es que los niveles de capital bajan o decrecen a niveles inferiores al mínimo establecido. Este gran interés está debido en gran medida a que los reguladores, al igual que los bancos siempre intentan encontrar el capital que ofrecen estos y por ello, se sienten atraídos por esos bonos que se pueden transformar en capital en el momento en que más se necesita.

Hay una serie de reglas internacionales que los regulan; las nuevas normas internacionales de regulación bancaria, o de Basilea III, confirman y certifican el final de las preferentes clásicas como herramientas usadas para afianzar los niveles de la banca. Las entidades españolas llegaron a usarlos en gran medida durante el año 2009 cuando emitieron más de 12.000 millones de euros que fueron vendidos a personas particulares.

Si nos referimos a los bancos que fueron rescatados como por ejemplo Bankia, NCG Banco y Catalunya Banc, etc. existe una gran cantidad de los más de 400.000 clientes que pudieron comprar estas herramientas y que han sufrido pérdidas en diferentes medidas.

La nueva regulación planetaria para la banca, quita a las preferentes tradicionales la capacidad que éstas tenían para numerar o contar como recursos propios. Durante el año pasado llegaron a perder buena parte de su poder, y éste posiblemente quede definitivamente liquidado y eliminado en el año 2022.

Existe una opción que las entidades financieras han usado a partir de el año 2003; estamos hablando de los cocos, que son una nueva generación de preferentes que sí se cuentan como parte de los recursos de mayor categoría o por lo menos, casi de la máxima categoría. Van a tenerse en cuenta una serie de medidas que nos dan una idea; el Banco Central Europeo va a publicarlo durante el mes de octubre, el denominado test de estrés.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies