Invertir nuestro dinero es una opción necesaria para este año 2016. Hemos dejado atrás un año bastante complicado y con muchos altibajos a causa de la caída del petróleo, la situación de China y Grecia y las grandes problemáticas vividas con los bancos. En el mundo de la bolsa hemos despedido 2015 con una importante dispersión en los resultados de las inversiones y en la renta fija, la situación ha sido también bastante particular donde no se ha podido escapar a la volatilidad por lo que parece que las inversiones seguras se convierten en una especie de utopía difícil de alcanzar.

Este 2016 parece estar convirtiéndose, por fin, en el año del dólar, que ha conseguido revalorizarse y ha ganado un 10% respecto al euro.

Los sectores que se han visto más afectados han sido el de las materias primas debido a la impactante desaceleración del mercado chino que tanto tiempo llevaba en una línea de crecimiento que parecía imparable, y las nuevas maneras de explotar el petróleo que han surgido durante 2015 y que han supuesto un enfrentamiento con los socios más antiguos de la OPEP.

Con una situación tan variopinta durante 2015 no es de extrañar que para este 2016 esperemos una amplia volatilidad en todos los sectores. Muchos de los expertos esperan que tras la desaceleración vivida durante el año 2015 comience a vislumbrarse un repunte de la actividad fruto de la estabilidad que comienzan a cobrar las economías emergentes y el dinamismo que están viviendo las economías más desarrolladas. Expertos como Miguel Ángel García, de Banca March, nos hablan de un panorama muy atractivo para invertir una parte en bolsa y otra en tesorería. Este experto, por ejemplo, desaconseja por completo la adquisición de bonos.

Lo que sí parece estar claro y en lo que todos los expertos parecen coincidir, es en un hecho clave: el crecimiento se espera en las bolsas y es donde hay que invertir. Principalmente los expertos de diferentes firmas, como Fidelity Intenational, Goldman Sachs o Banca March, apuestan principalmente por la bolsa europea, aunque no dejan de lado la posibilidad de trabajar con los valores en EE UU, pero eso sí, estos valores resultarán mucho más peligrosos para invertir si queremos cierta seguridad. Como fuente de volatilidad se señala los cambios que se viven en el dólar, cuya fluctuación afectará directamente a las materias primas y a los posibles beneficios que generen las empresas de corte americano.

¿Y qué pasará con China?

Después de los particulares resultados vividos con la potencia asiática durante 2015, muchos expertos creen que 2016 se mantendrá la desaceleración de esta gran potencia, pero de una forma sostenible gracias a los datos positivos que se viven en el sector tecnológico frente a los negativos que han acarreado el sector manufacturero. Esto puede provocar un crecimiento del PIB del país, que puede incluso llegar a alcanzar un 6.7% de cota. Aunque no hay que olvidar que su deuda supera en un 2.8% su PIB y que dependen en gran medida de las inversiones para poder mantenerse a flote.

¿Y el euro y el dólar?

Muchos expertos creen que avanzaremos hacia una paridad entre estas dos grandes monedas. Algunos expertos, como los de Saxo Bank, sugieren que el euro irá ganando poco a poco posiciones hasta alcanzar de nuevo a la moneda americana a pesar de la bajada de su valor el pasado 10 de marzo a causa de los movimientos realizados por el Banco Central Europeo para aumentar la liquidez en la Unión Europea, como la bajada de intereses al 0% o la subida en 10 puntos básicos hasta el -0.4% de la facilidad de depósito.

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