Muchas veces tanto los autónomos como las pymes se encuentran ante la necesidad de anticipar sus facturas. No hay que olvidar que las facturas pendientes de cobro pueden suponer un desequilibrio importante en la contabilidad de una empresa. Por ejemplo, en el caso de la presentación de las trimestrales muchas veces tanto las empresas como los autónomos tienen que adelantar el IVA de facturas cuyo vencimiento sea a tres o seis meses.

Para este tipo de situaciones el anticipo de facturas puede ser una excelente solución. Gracias a este sistema se puede compensar la tensión de liquidez que se genera al ofrecer vencimientos más dilatados en las facturas para conseguir un cliente.

Pero… ¿cómo funciona el anticipo de facturas?

Este tipo de sistema se gestiona por medio de un crédito comercial y se encuadra dentro del factoring. Este tipo de movimientos se basa en tres pilares principales.

  • La pyme o autónomo que emite una factura de cobro a largo plazo.
  • El deudor o cliente obligado a cumplir con el pago en el plazo pactado con la pyme o autónomo.
  • La entidad financiera que adelanta el capital de manera temporal.

La pyme o autónomo se encargará de negociar las condiciones con la entidad financiera que va a ofrecer el capital. Los pasos que se han de seguir en este caso son los siguientes:

  • La pyme o autónomo cede una o varias facturas pendientes de cobro a la entidad financiera. A cambio solicita a la misma el adelanto de estos importes.
  • Evaluación. A partir de aquí la entidad financiera debe de evaluar el grado de riesgo de la operación. Para ello tiene en cuenta la solvencia de los deudores. Según su solvencia aplicará un nivel de riesgo u otro a la operación.
  • Finalmente se llega a un acuerdo por medio del cual la pyme o autónomo entrega sus facturas originales y los derechos para recibir este importe además de pactar un porcentaje sobre el montante total con la entidad financiera.

Para que este pacto de cesión sea efectivo es necesario informar a las empresas afectadas puesto que a partir de ese momento la entidad financiera se adueña de las facturas y se encargará de realizar su seguimiento y reclamarlas en caso de necesidad.

¿Por qué recurrir al anticipo de facturas?

Recurrir al anticipo de facturas supone una serie de ventajas tanto para pymes como para autónomos.

  • Y la principal es muy clara: se obtiene liquidez inmediata y garantía de cobro a cambio de un porcentaje no muy elevado de la factura. De esta manera el cedente obtiene los ingresos mucho más rápidamente y puede ponerlos al servicio de la empresa sin tener que esperar para cobrarlos.
  • Se refuerzan los saldos positivos de la empresa y en términos contables el balance se fortalece. Al disponer del capital de una manera más rápida se puede volver a reinvertir inmediatamente y obtener una mayor rotación y beneficios de estos ingresos dentro de la propia empresa.
  • Se obtiene una cobertura adicional ante el riego de impagos. Se evitan, además, el tener que realizar avisos, reclamaciones o cualquier otra incidencia que produzca la falta del capital. La entidad financiera a la que se cede la factura es la que se encargará de todo y también asume los riesgos ante posibles impagos.

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